Me alejo de su cuerpo
Para contemplar la noche
Mientras mi silencio
Formula un reproche
Soy musa de sus letras
Pero no dueña de su corazón
Brote de sangre bermeja
Que aturde a mi razón
Aquel hombre que duerme
Entre sabanas de embelesos
Se despertara aturdido
Para entregarse a sus versos
Y yo, pájaro herido
Intentare con mi mente
Apagar el sonido
De mi llanto inerte.
Aceptarle y quererle
Sin poder tenerle…
Pecado maldito
Con agonía a muerte.
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