Dame una palabra
en medio de esta agonía,
que me devuelva la calma
y alimente mis días.
Dame una mirada
que inunde mis pupilas,
para cubrir de alborada
mis lágrimas perdidas.
Dame una caricia
de esa fuente prohibida,
donde emana tu manía
por la literatura y la poesía.
Dame parte de tu vida,
quiero ser la fantasía,
con la que sueñas
dormida
mientras mi sombra te
cobija.
que hermoso...me gusto..lo publicare en el face de la revista Mundo Libre
ResponderEliminarGracias, se siente bien saber que alguien le gustan mis manías... Saludos desde México!
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