sábado, 15 de diciembre de 2012

A ti, Luchadora Incansable.


Gracias a ti, Madre
Por las noches de alarde,
Por el tiempo inagotable,
Y la paciencia inacabable.

Gracias por tus manos,
incansables guías,
Secundando mis pasos
Y sanando mis heridas.

Gracias por tus ojos
De horizontes infinitos
Cazadores de peligros
Y reprensores benditos

Gracias por tus labios
Tan cálidos y humanos
Tan llenos de consejos
Risas y regaños.

Gracias por tus caricias
Tiernas delicias
Que evaden mis agonías
Para devolverme sonrisas

Gracias por tu religión
Pilar de mi alma
donde encuentro pasión
Para mantener la calma

Gracias por la educación
Que con creces pagaste
Para forjar mi profesión
y un futuro regalarme.

Gracias por tu amor
Árbol de frutos inagotables
En el que florece un corazón
Que por ti arde. 

2 comentarios:

  1. Hola Irma otra vez.
    Si. Ayer te dejé un comentario en este poema y veo que no se publicó. No importa.Va nuevamente.
    Te cuento que de niño fui algo "invisible" para mi madre y del todo en la adolescencia.
    Será por eso que me emociona mucho cuando veo el amor de un padre a un hijo y el reconocimiento de ese hijo.
    Tu madre debe estar orgullosa y vos, se que además de buena gente, sos una hija para enorgullecerse.
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Richard! Tengo la fortuna de tener como madre a una gran mujer a quien adoro y admiro, me resulta difícil pensar que alguien como tu con tanta creatividad, caballerosidad y gracia pueda ser invisible... Tus comentarios y tus cuentos reflejan a un hombre ejemplar y de alma noble, es un placer contar con tu amistad y tu trato! Gracias por tomarte el tiempo de leer mis escritos,y mejor aun, comentarlos con tan bellas palabras ! Un abrazo enorme y un beso desde México!

    ResponderEliminar