Deseo tus versos
como el sol a la mañana,
plagados de sentimientos
que alimentan el alma.
Amo tanto tus silencios
como ansío tus palabras,
dualidad de pensamientos
que alimentan mis ganas.
Vivo hoy la encrucijada
que la vida nos depara
llenando la distancia
de pasión y esperanza.
Ilumino la distancia,
Entre luces de estrellas,
Dibujando la silueta,
Del paso de tus huellas.
Donde estén tus palabras
forjaré mis versos,
para crear el arma
que libere nuestros sueños.
¡Bello!!!!! Me ha encantado tu poema; ese David te debe tener bien enamorada.
ResponderEliminarUn abrazo.
jajaja... si, la verdad es que, en su momento, me tuvo muy muy muy enamorada!
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