lunes, 18 de febrero de 2013

Querido diario...



…Y fue así como, en medio de aquel desorden, terminamos rendidos en el suelo. No sé exactamente como inició todo; retos, miradas, deseos… todo fue tan rápido que apenas puedo recordar detalles.
Estando ahí, como por arte de magia, vinieron a mi mente los recuerdos. Aquel atardecer, cuando Manuel me miró fijamente y tomó mi mano para colocarla sobre su pecho. Juró amarme eternamente, y después, me preguntó si yo correspondería a su amor por siempre, a lo que yo respondí con un melodioso “Si” que nos condujo al altar.

¡Ahora me siento una cínica! 

Bueno, una cínica satisfecha. Me temo que tendré que volver  a casa dispuesta a sonreír y escuchar los asuntos cotidianos de mi marido mientras preparo la cena, como cada noche. 


4 comentarios:

  1. Guao qué picante, amiga. Muy buen micro. Pero desafortunadamente se te deslizó un error ortográfico que seguro se te pasó por alto. "Sínica".
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh por Dios... si si si!!! Se me ha pasado por completo!!!! SI es con "C"!!!!!!!!!!
      Muchisimas gracias Martha!

      Eliminar
  2. eres de las mias..jeje..excelente relato el cinismo se vuelve virtud ante la insolencia...lo compartire en facebook de MUNDO LIBRE SEMANAL donde soy editor y..Felicidades

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Jorge, es un placer saber que te ha gustado y mas aun que lo compartas!
      Jajaja... Me alegra no ser la única con estas ideas! Saludos!

      Eliminar