No me atrevo a explicar lo que siento,
esos extraños y agradables desconciertos,
invadiendo el alma y los pensamientos
que estremecen la quietud de mi cuerpo.
No me atrevo a interpretar silencios,
sutil arma de embelesos,
que me roba las palabras
para convertirlas en versos.
No me atrevo a percibir miradas
laberintos de tormentos
por dudas, confinados
al latir de mis miedos.
No me atrevo y lo siento,
soy creadora de momentos
donde tú eres el cielo
que cubre mi desierto.
esos extraños y agradables desconciertos,
invadiendo el alma y los pensamientos
que estremecen la quietud de mi cuerpo.
No me atrevo a interpretar silencios,
sutil arma de embelesos,
que me roba las palabras
para convertirlas en versos.
No me atrevo a percibir miradas
laberintos de tormentos
por dudas, confinados
al latir de mis miedos.
No me atrevo y lo siento,
soy creadora de momentos
donde tú eres el cielo
que cubre mi desierto.
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