Existen mil cosas que ocultan y desvanecen
los vacios. Nuevos proyectos, nuevas ideas, todo surge de improviso y ocupa la
mente en cosas menos oscuras que las que proporciona el corazón. Me temo que al
fin he descubierto como aprender a ser feliz. El secreto es renovarse cada día
recorriendo nuevos horizontes, conociendo nuevas personas, complementando las
ideas con la sabiduría de quienes se
cruzan en mi camino. Aun no puedo hablar
de amor, lo estoy conociendo pese al temor que provoca ser decepcionada. Los
terrenos desconocidos siempre generan desconfianza, misma que se alimenta del
dolor padecido en el pasado. Al final, todos los momentos son “experiencias” y
espero aprender de ellas al menos lo básico
para seguir avanzando por el camino de la vida. Cumplo 25 años pensando de esta
forma, espero que la próxima vez que vuelva al pasado y lea esta manía… ¡Sienta
orgullo de mi misma!
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