lunes, 1 de octubre de 2012

Una carta a su alma...



Suelo pensarte, entre mis largas horas de trabajo… Imaginar cómo los giros de tu pluma van plasmando en papel trazos de imaginación, y sonrío. Eres el escape perfecto a mi monotonía, el respiro que me da esa humanidad que a veces siento perdida.

Tu corazón me domina, se apodera de mí a pesar de la distancia, invitándome a soñar que pudieras ser esa parte sagrada que Dios consagra solo a quienes son dignos de merecer alegría.  No eres perfección, quizá exista un pasado que arrastra cargas que no podría comprender… pero te amo y eso marca una diferencia que no puedo controlar por más que lo desee.  

Tienes una mística especial, que difiere de cualquier ser vivo sobre la faz de esta tierra, quizá mi pecado sea idealizarte en mis escritos, ni siquiera sé porque lo hago con tanta facilidad. La música me recuerda a ti, el atardecer con su amplia gama de colores, el canto de los pájaros a través de mi ventana, el amanecer con la promesa de un gran día... toda belleza natural se convierte en ti.

Muchas veces he intentado preguntarme qué parte de mi cuerpo controla lo que siento, yo lo llamo "amor" pero mi falta de experiencia no me deja saber lo que realmente es. Seguiré preguntándomelo hasta que pueda verlo a través de tus ojos, porque sé que en ellos está la respuesta que busco. Mientras, viviré del alimento que me proporcionan tus letras, de la paz con la que siempre me dejas, de tus locuras perversas, de tu alma que me aleja de este mundo de mierda para darme las alas de la belleza profunda.

No sé si seas parte de mi futuro o solo un regalo del destino, pero vivo mi presente feliz a tu lado con defectos o sin ellos, con ausencias o sin ellas, con risas, con besos… con esperanzas que nada cuestan, pero dibujan en mi una sonrisa cada mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario