El tiempo
parece no perdonarnos
Nuestro orgullo
domina nuestros labios
¿Cómo podemos
pasarnos de lado
Sin siquiera
mirarnos?
Somos dos
estatuas de mármol
Imponentes y
callados
Negamos el
pasado
Y en el
exterior nos refugiamos
Para no
lastimarnos
Inmortalizamos un sentimiento
Que convertimos en eterno
Sin tomar en cuenta nuestros miedos
Y la distancia que fue el premio
A nuestros desacuerdos
Si pudiera hablarte de nuevo
Pediría tu regreso
Aclarar todos esos sucesos
Que nos hicieron huecos
Para poder sonreír de nuevo
Y sentirte parte de mi cuerpo
Irma, eres una Maestra en la poesía.
ResponderEliminar