martes, 6 de noviembre de 2012

... TARDES NEGRAS...


La verdadera condena es el reflejo de idealizarte
Sentir que eres perfecto y transparente
Soñar con que pudiste ser ese cielo
Que mantendría elevados mis versos…

Pero ¡oh! Desilusión ingrata
Los ojos para siempre no se cierran
Mi corazón encontró la puerta
A la razón que nunca erra. 

Se acabo el encanto
y con él, la pena
aun no soy feliz
pero vuelvo a mis letras
el refugio eterno de mis catas incompletas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario