Escribo dolida
Abandonando en mis letras
La carga de la agonía
Que transfunde mi alma
Y la oxigena con melancolía
¿Qué culpa tiene la poesía?
Estados de ánimo
Que lejos de algarabías
Oscurecen el mundo
Y palidece el día.
Me dejo envolver
En el fruto de mi monotonía
Para escribir las sonrisas
Que escapan de mi vida
Mientras la pluma gira
La tinta me mira
Me reprocha,
Me evita,
Se queja de la manía
Que me vuelve fría
Mi pergamino casi termina
El alivio se siente
La paz me domina
Una vez más la poesía
Acude a mi auxilio,
Me deja vacía.
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