Pienso en ti mientras me cobijan otros
brazos,
Pienso en ti con mi alma hecha pedazos
Dulce agonía que atraviesa mi regazo
Sentir en mi alma un crudo latigazo
Pienso en tus ojos, por si acaso
Un par de gotas saturan el vaso
Derramando lágrimas sobre el ocaso
Que alguna vez me dieron tus manos
Y si la calma se vuelve llanto
Por tu ausencia y tu retrato
Me cubriré con la dulzura de aquel canto
Que lleno mis días de encanto
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