domingo, 22 de abril de 2012

GD


La fuente de mi dolor una tarde de abril y mi deseo por alejarme de la realidad le dieron alas a recuerdos ocultos en el fondo de mi océano personal y me regalaron inspiración… pero mientras escribía, comencé a sentir aquello tan difícil de explicar, eso que solo puede reflejarse en las palabras de una mujer enamorada… será amor?  Mi razón lo condeno como utopía… una herejía al templo del cuerpo propio… una barrera en el camino que dibujaba mi vida…
Encontré que entre mis fortalezas se escondía mi debilidad por él, que surgía entre mis juegos de escritura como respuesta a mi petición de inspiración. Y aunque dentro de mi soledad no me exponía al expresar mi amor por el… sentí miedo ante tal descubrimiento y me propuse cerrar el baul que contenía sus recuerdos con 7 candados eternos.

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