sábado, 16 de noviembre de 2013

Necesidad

Lo sabes, puedes percibir con nitidez la intensidad de su presencia. Lo sientes a pesar de la distancia, el aire que respiras lo lleva tatuado en su conformación. Lo observas en cada sombra que se atraviesa por la calle, en cada rostro adornado con una sonrisa. No puedes escapar porque vive en ti, hace tiempo decidiste entregarte a sus juegos y ahora formas parte de él.

¡ES AMOR!


Y por mucho que te empeñes en negarlo, te acompañará hasta que tu corazón deje de latir… ¿Acaso pensaste que sería algo efímero? Buena suerte, la enfermedad más dulce y cruel que ha azotado a la humanidad ahora se desarrolla en tus entrañas y no existe cura que pueda salvarte.  

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